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Mostrando entradas de abril, 2010
Un poco cursi pero bueno... Me gusta.
Me maté de risa con este texto de Cortázar. Apareció en el volúmen de escritos inéditos "Papeles inesperados", editado en 2009. Lucas, las cartas que recibe Rufino Bustos Escribano público De mi distinguida consideración Tengo a honor comunicarle que habiéndose vencido el plazo para el pago del alquiler del departamento ocupado por usted, y no obstante los siete avisos sucesivos que han quedado sin respuesta de su parte, cúmpleme la obligación de intimar el abono del susodicho alquiler más la multa del 5% fijada por la ley, siendo el último plazo el día jueves 16 de marzo de 1977. En caso de no comparecencia o comunicación epistolar, seráme preciso apelar al procedimiento de desalojo judicial, con las costas a su cago. Quedo de usted muy atentamente Rufino Bustos P.D. Anoche me creció otro dedo en cada pié.

Desamparo y coraje

Lo primero que hice esta mañana fue tomar la computadora y fijarme si tenía algún mail en mi bandeja de entrada, algún mail de una admiradora secreta. Pero mi bandeja estaba vacía. Me quedé remoloneando sin éxito en la cama hasta que tomé de nuevo la notebook y busqué en youtube la canción ‘Adiós Nonino’ de Astor Piazzola. Encontré una versión del propio Piazzola con una orquesta alemana que me pareció sublime. Busqué en wikipedia algo de información sobre el nonino de la canción y me enteré de que se trataba del padre de Astor, fallecido cuando éste tenía 39 años y estaba de gira por Centroamérica. Concluida la gira Astor Piazzola volvió a Nueva York en donde vivía circunstancialmente con su familia. De ese momento su hijo Daniel Piazzola (que por entonces era un pequeño) relata lo siguiente: Papá nos pidió que lo dejáramos solo durante unas horas. Nos metimos en la cocina. Primero hubo un silencio absoluto. Al rato, oímos que tocaba el bandoneón. Era una melodía muy triste, terribl

Falta amor

Acabo de ver un pequeño episodio que tuvo lugar en un programa mañanero de la tele. El periodista Gastón Recondo preguntaba a vecinos de la Villa 31 de Buenos Aires por qué reclaman del Estado que les de viviendas, siendo que cualquier vecino debe trabajar para obtenerlas. Cuando apagué la tele me quedé pensando en ese interrogante. ¿Qué justifica que a algunos se les dé lo que a otros les ha costado trabajo conseguir? Algo parece válido y errado en esa pregunta al mismo tiempo. Luego de pensar un rato llego a las siguientes ideas. En el sistema en el que vivimos, lo relativo a la propiedad privada es de la mayor importancia. Que los derechos respecto de ella estén equilibrados entre todos los ciudadanos es un imperativo inviolable. Ese equilibrio, sin embargo, no existe, pues no todos tienen las mismas oportunidades de acceder a la propiedad. Aquellos que han sido víctimas de la desigualdad social parecen investidos entonces del derecho a reclamar un resarcimiento. Pero no creo que se