"And in case I don't see you, good afternoon, good evening and good night!"
Obtener enlace
Facebook
Twitter
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Comentarios
Entradas populares de este blog
La encontré a Tamara una vez, estábamos en un parque. La vi (caminaba sola), sonreía. Me acerqué para seguir sus pasos en connivencia con su espalda y su cuello entre sus rulos había miles de disquisiciones jocosas. Cuando frenó a la vera de una esquina me puse a su lado el semáforo hacía tic-tac y en sus ojos una centena de fuelles bombeaban. Y justo cuando todos retomaban la marcha estalló en sus virilurrios una carcajada inmensa. Se retortijó terriblemente allí mismo pero sin perder el alborozo de risa y calló como un feto en el suelo. Y mientras yo no atinaba a tocarla para preguntarle si todo estaba en orden ella se fue calmando hasta casi dormirse sobre la vereda con una sonrisa en los labios. Gonzalo Cunqueiro
Canción que Roberto Carlos le dedicó a su amigo Caetano Veloso, cuando éste se encontraba exhiliado en Londres. Escucharla hace bien al al alma! Um dia a areia branca Seus pés irão tocar E vai molhar seus cabelos A água azul do mar Janelas e portas vão se abrir Pra ver você chegar E ao se sentir em casa Sorrindo vai chorar Debaixo dos caracóis dos seus cabelos Uma história pra contar De um mundo tão distante Debaixo dos caracóis dos seus cabelos Um soluço e a vontade De ficar mais um instante As luzes e o colorido Que você vê agora Nas ruas por onde anda Na casa onde mora Você olha tudo e nada Lhe faz ficar contente Você só deseja agora Voltar pra sua gente Debaixo dos caracóis dos seus cabelos Uma história pra contar De um mundo tão distante Debaixo dos caracóis dos seus cabelos Um soluço e a vontade De ficar mais um instante Você anda pela tarde E o seu olhar tristonho Deixa sangrar no peito Uma saudade, um sonho Um dia vou ver você Chegando num sorriso Pisando a areia branca Que
Marcel Proust solía decir que "El único verdadero viaje de descubrimiento consiste, no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos". Pero, ¿dónde encontrar esos nuevos ojos?... Esa búsqueda precisa ya de un viaje. El viaje comienza, no luego, sino antes de poder mirar con nuevos ojos. El viaje está antes que todo porque todo lo que ocurre se produce a la vera del camino. Esperar a que algo ocurra para entonces comenzar el viaje es como esperar que el producto exista antes que el proceso en el que se produce. Entre el sujeto y el movimiento no hay más que un pequeño y terrible vacío. Cuando se lo abraza ya se está del otro lado. ¡Pero qué difícil animarse! La ansiedad pretende que un salto nos coloque inmediatamente en el destino. ¿Cómo acceder entonces a soltar amarras en el presente para investigar lo que nos acompaña en este instante? Para eso hay que comprender que el destino llegará de todos modos, y acaso nos encuentre mejor cuanto más hayamos sabido recoger
Comentarios